Del estrés a la pasión
- trabajarserfeliz
- 11 jul 2021
- 2 Min. de lectura

“Trabajar duro por algo que no nos importa se llama estrés,
trabajar duro por algo que amamos es pasión”
Simon Sinek
Imagina que vas caminando por la calle, de repente te encuentras con una construcción en proceso y sientes el impulso de conversar con los obreros que están trabajando allí. Saludas al primer obrero que encuentras y le dices: buenos días caballero, ¿a qué te dedicas? y este obrero con cara de pocos amigos te responde: acaso no ve, ¡Pego ladrillos! Aunque la respuesta de este obrero no te deja con ánimos de seguir conversando, decides intentarlo nuevamente con otro obrero al que ves cantando una canción mientras hace su labor, y le dices: buenos días caballero, ¿a qué te dedicas? y este obrero te responde: ¿a qué me dedico? !Construyo la catedral más grande del mundo! sonríe y continúa con su labor.
Esta historia tiene una versión original pero es así como me gusta contarla porque más o menos así fue como me la contaron cuando la escuché por primera vez. Es una historia que permite realizar múltiples reflexiones, por ejemplo:
¿Cuál de los dos obreros es más feliz?
¿Cuál de los dos obreros tiene mejores relaciones?
¿Cuál de los dos obreros disfruta más su trabajo?
¿Cuál de los dos obreros conoce el sentido y significado de su labor?
¿Cuál de los dos obreros tiene mejor estado de salud?
¿Cuál de los dos obreros tiene mejor calidad de vida?
Son muchas más las preguntas que podemos hacernos con esta situación, y no con el ánimo de comparar la vida de los dos obreros sino con el ánimo de explorar lo que sucede con el uno y con el otro. Por supuesto es importante la reflexión de ¿qué tipo de obrero soy en este momento? Si una persona o nosotros mismo sentimos y vemos nuestra labor como el primer obrero, aquel que simplemente pega ladrillos es altamente probable que no estemos siendo muy felices en nuestro trabajo, y por ende estresados.
Como lo dice Simon Sinek, pasión es trabajar por algo que amamos, y no se trata de idealizar las labores, tal vez lo único que necesitamos es comprender el sentido y el impacto de nuestra labor. Dejar de sentir que estamos pegando ladrillos a sentir que estamos construyendo catedrales. Y si definitivamente después de intentarlo no podemos dejar de sentir nuestra labor como una simple actividad de “pegar ladrillos” entonces será el momento de identificar qué nos haría sentir como si estuviéramos “construyendo una catedral” y comenzar a realizarlo, poco a poco, un día a la vez.
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